Stephanie Brown, quien encabeza al grupo de especialistas que llegaron a esta conclusión, asegura que el chisme tiene mecanismos biológicos y el comportamiento social humano que hacen a las mujeres más propensas al chisme...
Entonces escribí ....
El chisme, sal y pimienta de las conversaciones más exquisitas... No respeta edad, signo del zodiáco, cartera, religión, preferencia sexual o peso; todos en algún momento de nuestra vida hemos caído en manos, mejor dicho, en lenguas poco amigables y sutiles...
¿Quiénes son peores los hombres o las mujeres?... Para mí ambos... hombres y mujeres por igual utilizan esta forma de comunicación, que si bien no es la más sana, para informarse, compartir, divertirse o quiza hasta para cubrir alguna carencia afectiva...
El chisme se convierte en una herramienta para entablar conversaciones, fortalecer amistades y lamentablemente para destruirle la vida o por lo menos fastidiársela cuando hablamos de ella..."fíjate que lo vi saliendo de un hotel con una jovencita... ahh seguro va a perder el trabajo... uyyyy que fácil consiguió el trabajo seguro hizo algo más, a mi me contaron que... esa chava ya estuvo conmigo... seguro es gay"... temas sobran, frases faltan, pero lo cierto es que no podemos escapar al chisme, aunque sí podemos usarlo sin que le marque la vida a alguien más... ¿se vale?... sí, siempre y cuando el chismoso o chismosa se aguante, porque hoy se ríe y habla del prójimo, pero mañana puede ser el blanco de la banda viperina...
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